jueves, 16 de mayo de 2013

El Adefesio y las Locas


Mauro y Julio eran dos locas sentadas en su cómodo carrito de golf, paseando campantes por una de las colinas del campo "Tres Marías" cuando de pronto vieron a un sujeto bajito de gorro color verde (súper, súper mayate!) salirles al paso y decididamente interrumpirles la diversión. Los carros se detuvieron de manera abrupta tan solo a unos centímetros del bajito, quien de inmediato les increpó:

- Alto, locas!...¿Qué nadie les explicó el reglamento del club?

Los sujetos se miraron el uno al otro y con afán de burla, comenzaron a reírse y a negar con sus rapadas cabecitas lo cómico e imposible de la situación. No podían entender cómo es que un sujeto así los hubiera detenido. Era sumamente ridículo.


- Mira, naco!, no me importa quién diablos seas ni de qué triste comunidad te hayan expulsado (porque no tengo otra explicación), pero tú...Ni al caso, eh?
- No seas tan dura con el pequeñín, Julio. Démosle la oportunidad (y el tremendo honor) de que hable con nosotras y nos explique qué hace aquí obstruyéndonos el paso.
- Obviamente son cortas, cortísimas de visión, o bien el churro que se fumaron debió de trastornar - digamos, ligeramente - su endeble y atrofiada percepción de la realidad. No hace falta que les señale sus... - Y al decir esto, señaló y barrió los cuerpos de los escuálidos y desnudos amigos.

Una vez más, Mauro y Julio se miraron el uno al otro y estallaron en una serie de despreocupadas carcajadas. Esto naturalmente enfureció aún más al bajito, quien retrocedió dos pasos y les habló con tono imperioso y urgido (no urgente):

- Les voy a pedir por favor que me acompañen y abandonen las instalaciones del club.
- Escucha, naco!, obviamente no sabes con quién te estás metiendo. Cuida muy bien tus próximas palabras porque bien pueden ser las últimas!
- Supongo que ustedes, par de locas, han escuchado hablar de un lugar que se llama "La Chingada", no?
- Uuuuuy, amiga. Creo que éste ya sacó boleto. Nosotras seremos quien te mandemos a ese lugar! - Mauro pisó entonces el acelerador y echó el carrito sobre el chaparro, quien con reflejos felinos logró saltar hacia un lado y esquivar la embestida.
- Vamonos, Julio!...Que siga la fiesta, ea, ea!

Ambos dos: Mauro y Julio, se alejaron prontamente, dejando atrás a un encolerizado vigilante de pequeña estatura que no estaba dispuesto a que un par de locas encueradas pasearan como si nada en su cuidado y exclusivo campo de golf, de tal manera que sin dudarlo, comenzó a correr en pos de los desvergonzados sujetos.

- Ya viste, Mauro?, el zotaco desgraciado viene tras nosotras!

Pero cuando Mauro miró hacia atrás no vió al mismo pequeño e impertinente guardia de seguridad; tras de él venía un enorme...Un gigantesco adefesio de brazos gruesos como troncos y rostro espantoso y oscuro. La baba goteaba copiosamente de su boca deformada y sus largos y retorcidos caninos se movían grotescamente. En unos instantes, la bestia los alcanzaría sin duda...

- Oh, por Dios!...Acelera, Julio!!! Aceleraaaaa!!!
- Noooo, noooooo...¿Qué es eso?!!!

Mauro y Julio compartían la misma visión ahora...Y en algún momento, las locas perdieron el control de sus carritos y fueron a dar al césped con todo y su desnuda humanidad. Julio había volcado el suyo y Mauro simplemente se había puesto demasiado nerviosa al ver caer a su amiga y al soltar el volante, el carrito dió un giro y expulsó a su tripulante que ya se encontraba llorando desconsoladamente.

Minutos más tarde, llegó Rogelio, otro de los vigilantes del campo, y compañero del chaparrito que había sido protagonista de la captura de los infractores.

- ¿Te dieron problemas esos locos, Manuel?
- Locas, querrás decir...Sí, un poco. Afortunadamente no dañaron ni los carros ni el campo.
- Condenados!...¿Qué diantres les pasó?, ¿cómo es que se metieron, en primer lugar?
- Es lo que vamos a investigar. Jamás había visto a dos locas tan descaradas y mal viajadas!
- ¿Quieres decir que...?
- No podían estar más drogadas y pachecas...Pero vamos a interrogarlas. Sin duda nos vamos a enterar de una historia bastante "curiosa", por decirlo de alguna forma.
- Esto no me lo perdería por nada del mundo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario