lunes, 6 de septiembre de 2021

Bucle

Ando sobre mis pasos, bajando por el sendero abierto y en dirección a una ya familiar "nada".

Arriba en la colina, de agrestes arbustos y rocas achatadas, aguardé todos aquellos minutos durante el cambio de estación.

Manos sobre las piernas, ojos al horizonte y corazón hacia aquellas insonsables profundidades de la madre tierra.

Anduve todos esos pasos, por el sendero abierto, pero ella nunca llegó. Incontables ocasiones me he preguntado si he subido a la colina apropiada.

Incontables veces me he preguntado si las lágrimas pueden subir al cielo en lugar de caer hacia el suelo; si al juntar un montoncito de tierra con mis 2 manos, estaré más o menos igualando el tamaño y el peso de mi propio corazón...Y entonces voy con el montoncito de tierra ofreciéndolo al cielo y a las nubes, esperando que ella lo acepte, esté donde esté. Es sólo un símbolo, le trato de explicar a nadie...

No me queda de otra que repetir mis pasos, mis piensos y mis lágrimas.

Subiré otro día y otro día después.

Juntaré la tierra y la moldearé con mis manos.

Esperaré todo lo que sea necesario.

Los girasoles duermen ahora su imperturbable sueño, y como ellos, me apresuro a cerrar los ojos para poder soñar de nuevo con aquellos ojos que añoro, e imaginarnos tomados de las manos mientras andamos por el sendero, con el calor del sol bañando nuestros rostros.

¿Toda esta felicidad es real?...Le pregunto a mi compañera...Pero al mirarla para saber su respuesta, ella ya no está. Me encuentro solo y el sol se ha puesto.

Las cigarras y los tímidos grillos esparcen su onírica canción de cuna, al tiempo que mi alma se separa de mi cuerpo; se levanta sobre la cama y vuelve la mirada hacia el cuerpo, esa cáscara quieta que yace indefensa, con las manos llenas de tierra y el corazón dilatado pero aún latiendo...

El alma sale de la casa, para volver a caminar por donde anduvo el cuerpo. Busca a su alma gemela; un destello de luz en aquella oscuridad momentánea; una voz que la guíe por el sendero correcto; un amor prometido hace mucho tiempo y que se niega a desvanecerse.

Espero ella tenga mejor suerte que yo, aunque si regresa a mi cuerpo por la mañana sabré que no ha sido así y entonces volverá a depender de mi el andar esos pasos y subir por ese sendero, una vez más.

miércoles, 10 de enero de 2018

Nibiru - Parte 8

Los hermanos y Mina Onara

Bruselas, Bélgica.

5 autos blindados y sofisticados circulaban por la Rue Royale hasta detenerse en la entrada del Palacio Real de Bruselas, alrededor de las 9 de una noche realmente fría. Uno de los guardias les dió acceso y los vehículos se internaron rápidamente en la zona de aparcamiento. Una de las ventanas del tercer auto descendió para permitirle a cierto tripulante asegurarse de que la bandera del país no estuviera izada, ya que eso significaría que el Rey no se encontraba en el Palacio, aunque eso era algo que de antemano ya había sido negociado; algo que él sabía, pero que de todas formas sintió curiosidad por comprobar. “Los hombres y sus protocolos”, pensó.
Al detenerse los vehículos, los 3 hermanos descendieron (cada uno desde distinto auto), junto con sus acompañantes. Era improbable que alguien notara la diversidad de estaturas de aquel grupo, en el que el más alto medía alrededor de los 1.90, mientras que el más bajo, cerca de los 1.50.

martes, 7 de noviembre de 2017

El baile del fantasma

Desde que llegamos siempre quise quitar esa maldita cabeza de león que cuelga sobre la chimenea. No servía de nada mirar las cortinas de los años setenta o la luminosa lámpara de lava que aguardaba en una de las mesitas del pasillo; o los clásicos en vinil que colgaban y que tapizaban toda una pared. Invariablemente siempre volteaba a ver aquella salvaje cabeza de león de ojos más vivos que los míos, y aquellos colmillos enormes que sin embargo deseaba tocar con mis manos.
No había más cabezas de animales disecados. Solamente aquel león, pero lo acompañaban varias fotos de expediciones y viajes a distintas partes del mundo. Sobresalían varias fotos en el desierto, y con las pirámides. Supuse que nuestro viejo amigo Mathews quedó prendado de Egipto y de buena parte del continente africano.

Mathews tenía una moderna tornamesa, conectada a su equipo de sonido de última línea. Y yo realmente no resistí la tentación de tomar un vinil de la pared; sacarlo de su funda, prender la tornamesa y lo demás que necesitaba para escucharlo. Recordaba muy bien qué botones activar pues había visto cómo lo hacía el viejo y gruñón de Mathews.
Tomé con cuidado la aguja y la ubiqué sobre el disco que ya giraba a las revoluciones necesarias. El sonido gótico majestuoso de “Spleen and Ideal” de Dead Can Dance comenzó a inundar la habitación y a apoderarse de mi mente.

martes, 17 de octubre de 2017

La Soledad

Caminando una vez por la playa de Palm Coast, me encontré con esta chica solitaria, sentada directamente sobre la arena, con la vista puesta en el azul cobalto del Atlántico. Su ondulante cabello castaño me impedía ver su rostro con claridad, desde donde yo estaba. Pero sí distinguía unas coloridas sandalias que hacían juego con unos sencillos pantalones cortos y un abrigo regular.
Sin embargo, lo que me llamó la atención no era el hecho mismo de encontrarse sola, en la playa…Sino el escucharla hablar, aparentemente con alguien más; alguien que no existía…Por lo menos no en los alrededores.

Decidido a saber de ella y sobre lo peculiar de su situación, dejé mi calzado en la orilla del andador y comencé a caminar descalzo sobre la arena en su dirección. La saludé y ella se giró hacia mi. Me saludó cortésmente al tiempo que me dedicaba una sonrisa gentil.
Me di cuenta de inmediato que no contaba con un dispositivo manos libres, audífonos o algún teléfono a la mano.
Sin rodeos, le comenté que me parecía muy sola, pero que me parecía aún más extraño que hablara con alguien; y que perdonara la curiosidad de un entrometido como yo. Y ahora que lo pienso, cualquiera me hubiera podido mandar al diablo…Hasta yo lo haría.

jueves, 5 de octubre de 2017

Lucio

Tantos rostros que vio esa mañana.
Llovió un poco, pero fue tan solo una media hora.
Le dio gusto haberse animado a salir a la calle, aún con el clima en contra.
Y al parecer lo mismo pensó toda esa gente que recorrió, junto con él, las baldosas mojadas del centro de la ciudad; admirando las palomas que se posaban sobre la efigie del liberador o sobre la fuente municipal, al igual que los niños de nadie.

Augusta vendía ya su acostumbrada mercancía de plástico de colores vivos; todos aquellos pollitos falsos que él no entendía por qué gustaban tanto, o aquellos aviones con hélices que  las criaturas siempre lanzaban al viento pero que al instante se desplomaban. Le maravillaba que a aquellos niños no les importara y que de cualquier forma volvieran a intentarlo, y que sobrevolaran las varas secas de las macetas de ornato, simulando una riesgosa misión suicida en la que el piloto debía de acercarse peligrosamente a las copas de los árboles.

sábado, 2 de septiembre de 2017

Estrella de Plata

Sí, quizá sea el Comisario más joven jamás electo en el dominio. A mis 14 años lo he visto casi todo y he hecho también casi todo…Claro, todo lo que cualquiera puede hacer en el dominio.

Tengo una estrella oxidada que me identifica como la autoridad; sombrero de ala (un poco roto) color café; un chaleco oscuro desgastado que combina con unas botas también desgastadas pero que me han servido para recorrer estas tierras olvidadas y marchitas en donde no crece nada, ni las hierbas malas ni las cactáceas que en otros tiempos adornaban el valle y los escarpados montes circundantes.
Tengo también un viejo reloj de cadena inservible, que llevo conmigo a todas partes…Tiene un valor sentimental para mi…A pesar de no servir absolutamente para nada.

En la casa insignia vivimos sólo el viejo Comisario y yo…Quien me dijo una vez que ya estaba demasiado cansado para cuidar de los corrales de la gente, y que yo debía de tomar la responsabilidad, aunque para entonces, ya no había gente y los corrales estaban vacíos, de tal suerte que…Sí, el trabajo es muy sencillo y casi nunca sucede nada interesante. Nadie suele visitarnos, de manera que, ver la silueta de un jinete bordeando el arroyo seco en dirección del puente que sirve de entrada al dominio…Fue todo un suceso para el Viejo y para mi.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Nibiru - Parte 7


  • “El mundo merece saber la verdad…Es la frase con la que concluye el video del astrónomo Jeffrey Johnson, recientemente asesinado en el aeropuerto internacional de la ciudad de San Francisco. Y del homicida?…Nada…Las autoridades siguen rastreando e investigando. Todo apunta a que se trata de un profesional, pues conocía la exacta localización de las cámaras de seguridad. Ninguna de ellas logra pescar o tomar una imagen del rostro del agresor, quien supo manejar muy bien la confusión a su favor y así poder escapar del lugar…Pero ahora vayamos con Nancy Wallace, desde el Reino Unido, quien nos tiene más noticias sobre la escalada de violencia que se vivió en el Parlamento el día de ayer…” - De lo cual ya no pude enterarme pues mi inquieto cuidador (claro, si es que puedo llamarlo como tal) terminó por apagar la televisión y a retirarse hasta situarse en la ventana de mi habitación. Se veía un tanto reflexivo, tal vez calculando cuál sería su siguiente paso. La cuestión sería…¿Me lo confiaría si se lo preguntara?