viernes, 21 de noviembre de 2014

Intergalactic Radio Station


El Señor Frixx lo tenía todo bajo control.

Su estación de radio orbital recorría el frío espacio a unos 103.4 Radianes (lo que en términos terrestres vendría siendo lo equivalente a unos 400 kilómetros por hora) y sus sensores y medidores parpadeaban alegremente alternando entre tonalidades verdes y amarillas.
La estrella binaria giraba imperturbable a las 500 y la sombra de la enorme Luna Zafiro todavía bañaba una buena parte del planetoide que albergaba a esa ruda y primitiva especie que tanto le desagradaba a él; y que sin embargo, eran los que fundamentalmente le ayudaban a pagar la pensión vitalicia de sus 300 hijos biológicos.

Los humanos...¿Cuando se llegaron a colar a este sistema?...Frixx no lo recordaba con exactitud, pero un viejo contrabandista que hacía viajes frecuentes a los linderos más lejanos de la nebulosa le dijo una vez que los humanos llevaban ya varios miles de ciclos entre los sistemas periféricos. Nadie sabía de dónde venían y cuando alguien les preguntaba se negaban rotundamente a contestar.

viernes, 22 de agosto de 2014

Larva

Impasible e inundado de todo
A juego con la cacofonía y el barullo sempiterno
Con el caos reproduciéndose en los rincones que no vemos
Y con las moscas violáceas recién salidas de sus capullos 
Todavía muy jóvenes para molestar a cualquiera

El expectador se vuelve retórico consigo mismo
Como una larva que pretende regresar a su huevo recién eclosionado
Pretende olvidar todas las reglas aprendidas
Pretende quedarse tal cual, impasible y volver a comprenderlo todo de nuevo

Pero no hay nada nuevo sobre la mesa tampoco
Sólo el desorden, las voces, los eventos sin importancia y el aire viciado
Motivos justificados según los criterios poco claros que aún revolotean en su cabeza
Muy poco qué sintetizar por parte de un aparato que lleva siglos descompuesto


Muy poco qué entender desde la perspectiva de la larva
Desastrosas coincidencias que lo llevan al borde del autismo
Incapaz de leerse a sí mismo como lo hacía antes
Renuente de voltear a mirar el reloj, a pesar de que sabe que lo suyo es puramente tiempo perdido
Y luego queda lo que desechan los demás seres

Rastros de vidas efímeras y larvarias (como la suya propia)
Retazos de oraciones incompletas y desgastadas que nadie nunca grabó para la posteridad
Fortunas desperdigadas que se evaporan en instantes
Vínculos fantasmales con mejores tiempos que murieron en una dimensión que nos elude a todos

Quizá sea como el reflejo de alguien que mira hacia atrás, preocupado por haber dejado algo
Quizá nunca hubo nada ahí; sólo el cascaron roto de lo que fue...
La razón carente de método; la mosca encerrada dentro de algo que no puede ver
Como la vida misma; como aquel sueño en que se veía viajando en un tren
Como el paisaje que pasaba ante él, en aquella ventana fría e inmaculada

Él, que se creía expectador solamente
Y el mundo como lo imaginaba, tan diferente y tan semejante a la vez
Pero cómo estar seguro de algo?...
Cómo contener un grito lleno de pavor que nace desde las mismas entrañas?

Tan sólo palabras que alguna vez cruzaron por su mente.

viernes, 27 de junio de 2014

La Bebida de los Hombres - Parte 3


El Padre Augusto se hallaba cansado, y un tanto aburrido también, ¿por qué no decirlo?...El calor de la tarde hacía que sudara de forma incómoda; sobre todo estando ahí, dentro del reducido confesionario y esperando la llegada de algún pecador decidido a admitir sus ofensas contra el Señor. No hubo muchos ese día, tenía que admitirlo...Y ansiaba levantarse y recluirse en sus frescos aposentos; tomar un poco de vino tinto y relajarse mentalmente...Tenía mucho que predicar; mucho qué decir en la misa de 7 de la noche. Su parroquia lo necesitaba ahora, más que nunca...Y estaba a punto de marcharse cuando vio que alguien entraba al recinto derecho del confesionario y abría la ventanilla que lo comunicaba y por medio de la cual, el Padre Augusto escuchaba a los arrepentidos y estos a su vez, escuchaban la penitencia salvadora que limpiaba toda mancha; que aliviaba el escozor provocado por las malas conductas.
Una voz desconocida rompió el silencio imperante...

martes, 7 de enero de 2014

Las Sorpresas del Día

Sus ojos, llenos de esas cositas difusas que enturbian la vista de los hombres de su edad, se posaron sobre el paquete que yacía en sus piernas.
Sus manos temblorosas comenzaron a trabajar; desenvolviéndo cuidadosamente aquello que le había mandado su esposa; aquello que no recordaba qué era, pese a que se lo habían dicho temprano.

Para él todo era una agradable sorpresa, hasta el calorcillo de la dura banca de concreto en la que estaba sentado; las gentes que paseaban por el parque...gentes que jamás había visto en su vida (o eso creía él), y todo el alboroto que hacían. En especial los niños.
Le divertían las riñas y lo competitivos que eran algunos de esos niños...A veces, cuando tenía tiempo de sobra, seguía las andanzas y travesuras de esos niños que se reunían a jugar luego de la escuela. Las marrullerías y aquellas pequeñas decepciones, que luego eran compensadas; ningún niño se enojaba más de 5 minutos...Aunque bueno, había sus excepciones.