jueves, 29 de noviembre de 2012

El Viejo Señor Cuervo


Articulaciones y huesos viejos que cubren a un espíritu viejo, que no ansía otra cosa que seguir durmiendo por las mañanas; amargo es el despertar y pulposo es su sabor; rugoso y ruidoso, áspero como la textura arrugada y delgada que me envuelve de pies a cabeza. 
Al minuto que tomo consciencia de nuevo, las malditas dolencias comienzan a despertar también de su letargo...Y las maldigo tan bien como puedo...Aunque sea como maldecirme a mi mismo de todos modos, y pregúntenme cuánto gano con ello?...Un maldito cuerno!