lunes, 23 de diciembre de 2013

Consumido en la oscuridad

"No vuelvas a buscarme, por favor..." fue la última parte de aquel mensaje lacónico y entonces, la nada. El fin de la grabación digital; el fin de todas las cosas si le preguntaran a él.
Harían falta palabras; muchas palabras...Pero no las tenía; carecía de ellas y de muchas cosas. Aquel hueco que anidaba en el fondo de su corazón constituía más un abismo que lo devoraba de adentro hacia afuera y que engullía todo sentimiento y toda idea que comenzaba a danzar sobre su resquebrajada conciencia, y fue por ello que poco a poco, fue convirtiéndose en un ser sin palabras; sin ideas ni aspiraciones; mudo ante la vida y vacío de cualquier tipo de emoción.
A partir de ese momento, como si se tratase de una especie de sol negro, fue llevando la oscuridad y la desdicha allá donde iba; allá donde vagaba sin ningún rumbo en específico. Tropezaba y daba tumbos pero continuaba, gobernado por ese mismo hueco hambriento que ahora se alimentaba de las palabras y de las risas de los demás. Desolación, desesperación y confusión eran las huellas que a su paso dejaba; un muerto en vida que robaba la energía y la pasión de todo aquel que se llegaba a cruzar en su camino.

"No vuelvas a buscarme...", era un críptico mensaje que se mantenía ahí, como un loop infinito en su sistema; como un boomerang arrojado en su contra, golpeando su cabeza en cada vuelta; como un disco de acetato rayado que una y otra vez comienza desde un punto en específico...Y no había nadie que levantara la aguja y la colocara en un sitio limpio, que permita que la melodia continúe.

Sus ropas estaban hechas jirones y su aspecto intimidaba a cualquiera; deambulaba en pos de vida; de energía; de cosas que ya no figuraban en su apocado inventario; era un ladrón subrepticio sin plan ni agenda; una bestia devoradora de la pureza del mundo; un transformador que reciclaba y convertía cada gesto gratuito, cada risa o cada palmada en la espalda por un torrente de oscuridad aplastante que incapacitaba el espíritu...La esperanza simplemente te abandonaba; remplazada por sometimiento y por una certeza de haber sido abatido sin siquiera presentar pelea.

"No vuelvas, no vuelvas..." era el nuevo remix que sonaba por todas las calles, aunque solamente dentro de sus oídos. Se lo topaba al dar la vuelta por las esquinas y cuando pasaba debajo de los árboles o cuando cruzaba las atestadas avenidas y provocaba innumerables accidentes y crisis nerviosas. Si alguien intentaba frenarlo o se acercaba a él, eventualmente terminaba drenado y vacío, pero...No ella...Y nadie supo jamás por qué. Nadie conocía la historia de la chica que una vez se interpuso en su camino y logró hacerlo parar.

Fue algo semejante a un cataclismo. La criatura se detuvo ante su presencia; extrañado ante la interrupción del flujo de energía. Ya no le llegaba nada; era como si alguien hubiera metido las manos dentro de su reactor y lo hubiera alterado de alguna forma. Lo habían arruinado...Su visión nebulosa cambió y poco a poco comenzó a distinguir formas; sombras que transitaban delante de él, primero a una velocidad inquietante y paulatinamente de forma más lenta y pausada, hasta que consiguió distinguir que una de ellas permanecía ante él; que no se movía como las demás.
¿Y los sonidos del mundo?, ¿a dónde habían ido a parar?...¿Cuál era aquel mensaje que no podía dejar de repetirse a si mismo?
¿Y todas esas imágenes que gustaba devorar?; ¿todas aquellas fotografías familiares o con las entrañables mascotas en el jardín trasero en una mañana radiante?
¿Quién había interrumpido su flujo de felicidad?
¿Qué clase de espectro le había bloqueado el paso y lo había incapacitado?

De pronto, una voz lejana y familiar comenzó a hacerse presente; ¿un eco del pasado tal vez?...Ya no sabía en qué momento del tiempo vivía. Algo le había borrado su cassette y se hallaba imposibilitado para saber qué había antes...
¿Pero qué decía esa voz?
¿Y esas franjas de luz?...Tonalidades de luces y de colores comenzaron a dibujar lo que algo había desdibujado antes: un mundo muy distinto al que él se había creado para si mismo...Formas, cosas, personas...Y una de ellas estaba justo delante de él. Una mujer...Que definitivamente le estaba hablando.

- "David...David...¿Qué estás haciendo?...Contéstame!...¿David?"

¿Qué significaban esas palabras? No las entendía. Él sólo sentía la misma hambre de cosas positivas y ella lo estaba deteniendo; ella sostenía su cabeza con sus manos y lo sacudía de un lado a otro; pero no entendía qué era lo que quería...¿Quería hacerle algún mal?...¿Sería ella la responsable de...?
No tenía forma de saberlo; no después de haber borrado su cassette; no después de haber almacenado todo en un viejo baúl y de tirar la llave por una alcantarilla.

Efectos transformadores semejantes a una neblina gris que oculta el mundo real; noche buena, noche protectora; jardín de los secretos perdidos; torbellinos de agua semejantes a columnas cristalinas que se elevan allá donde se pierde la vista, a un lugar al que no cualquiera tiene derecho a acceder...Y sin embargo, omnipresente en muchas de las formas conocidas y por conocer. Y sin embargo, indolente a toda vulgar oración que se eleve del plano terrenal.
Él se sentía solo, pero al mismo tiempo veía imágenes de él mismo sobrevolando a baja altura la rivera de un río rápido; un lugar con vegetación profusa y picos de roca rosada apareciendo ocasionalmente aquí y allá..."¿David...Qué estás haciendo?"...Y el viaje se detuvo al pie de una enorme cueva oscura en la ladera de una montaña; semejante a la boca abierta de un terrible monstruo petrificado.
Sus pies tocaron la gravilla y comenzó a andar en dirección de la cueva... - "¿David...Qué estás haciendo?"
No había regreso; eso lo sabía. Siempre lo había sabido... - "No vuelvas a buscarme, por favor..."
Y sin embargo, introducirse en esa inquietante oscuridad; en esa cueva que despedía una impresionante cantidad de energía negativa...- "Por qué has cambiado?..."
Y por qué no hacerlo? Era como un poderoso imán que lo jalaba más y más, con cada paso que daba hacia la negrura - "¿David?...¿David?..."
Había recorrido tanto ya. No había regreso, ni palabras que pudiera entender.

- "No vuelvas a buscarme, por favor..."

Y en ese instante, la oscuridad se abalanzó hacia él y lo devoró por completo.
No hubo más pensamientos; no hubo más existencia...No hubo más esperanza.

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