miércoles, 28 de diciembre de 2011

A dos rostros desconocidos

Desde mi ventana vi cómo ocurrió todo...Fue hace no mucho

Y era una noche como ésta, más o menos;
Quizá un poco más fría, no sabría decirlo con exactitud
Y lo que recuerdo que pasó primero fue, ver caer y flotar
una serie de petalos marchitos, desde algunos pisos arriba del mío.

Algún ruido en las calles oscuras había llamado mi atención...
Pero al ver los petalos marcando su suave marcha hacia abajo...
No sé...Quise saber quién había sido el responsable...O la responsable

Y al asomarme y mirar hacia arriba, pude distinguir...Dos pisos arriba,
Que una ventana iluminada yacía abierta, pero sin nadie a la vista.
No le dí mayor importancia en ese instante. "Ok, alguien tiró su basura
por la ventana...Pasa todos los días...O noches, en este caso".



Y miraba las nubes grises muy en lo alto. Una de ellas acababa de mostrar
a la bella Luna de esa noche.
Yo tenía a Fingernail Moon de Annie Lennox en esos momentos en mi iPod...
Y desee quedarme justo ahí, en el pequeño balcón de mi departamento;
contemplar la luna mientras la suave cadencia de la melodía reconfortaba
mi momentánea soledad; mi aislamiento voluntario. Y entonces pasó algo...
O mejor dicho: dos cosas pasaron.

Alguien se asomó por la ventana iluminada de arriba. No lo conocía, pero
estaba seguro de que era un hombre. Lo podía distinguir, aún con la poca luz
que había afuera.
Miraba hacia adelante de él...En primer instancia no supe qué buscaba o qué veía;
hasta que traté de ver hacia la misma dirección, y fue cuando pasó la segunda cosa...
Vi cómo se encendía la luz de una habitación en el edificio de enfrente, y luego
cómo se abría su ventana, de par en par...Otra persona salía a asomarse, y poco
a poco distinguí que se trataba de una mujer.
Sin que mediara palabra ni seña alguna, ella se cruzó de brazos y miró en dirección
a él...Se apoyó sobre el marco de la ventana y así se quedó un buen rato...inmóvil
y mirando a mi vecino de arriba.
Él miraba hacia ella y ella hacia él. Había una especie de comunicación silenciosa;
un puente invisible entre ambos que ciertamente yo no distinguía y por el cual
seguramente transitaban un sin número de palabras...y emociones...e historias...
Era tan poderoso...Y sin embargo, tan excluyente. Ninguno de los dos se dignó en
notar mi presencia. En ningún momento volvieron la vista hacia donde yo estaba...
Creo que poco o nada les importaba. Tal vez era simplemente un actor más, en ese
estupendo escenario que secretamente se habían montado entre ellos...
Tal vez era mera utilería...Una lámpara; una cortina...Un tapete. Cómo saberlo?

Lo siguiente que vi fue que él se llevó algunos dedos a los labios...Los mantuvo
ahí varios segundos y luego dirigió su mano en dirección a ella, en una clara
muestra de afecto...
Voltee entonces a donde ella estaba...Y aprecié que hacía justo lo mismo;
de forma pausada pero decidida.
Fui testigo mudo del viaje de un par de besos furtivos, arrojados al viento
pero impulsados por esa loca y sensacional energía que todos parecemos llevar
dentro; por esa alegría que nos posee por completo cuando nos sabemos cerca...
Muy cerca de esa otra persona especial.

Y ahí acomodado en mi rincón, cerca del final de mi canción, y absorto totalmente
en la muda historia que se desenvolvía delante de mi...Un fugaz recuerdo acudió
a mi mente; un dulce recuerdo a decir verdad...Una bella sucesión de imagenes; pero
sobre todo de palabras...Palabras bailando en el fondo blanco de una computadora
portátil...Un mensaje cifrado y hermoso; de alguien a quien...Tuve muy cerca de mi,
hacía algo de tiempo.
Un calor reconfortante inundó mi cuerpo y sentí ganas de levantarme a bailar
al ritmo de los tonos...E incluso...Recuerdo haberme dispuesto a levantarme en
ese preciso instante. Fue curioso: como despertar de pronto de un sueño de
1000 años, aún y cuando se hubiera tratado tan solo de unos instantes.

Y lo siguiente que recuerdo fue haber mirado en dirección de esas dos personas
a quienes espiaba en esa noche...Y ver cómo ambos sostenían una mano en el aire;
se despedían y volvían a mandarse mensajes en clave; códigos que yo no entendía...
Pero a la vez sí...
Ambos se retiraron en ese momento...Lentamente y al mismo tiempo.
Cerraron las ventanas; corrieron las cortinas y...A los pocos segundos, la luz se apagó.

Y la noche volvió a quedarse como en silencio
La canción terminó...Y lo único que se escuchaba fue la monotonía de la ciudad,
el pasar de los vehículos; las voces lejanas de los paseantes...El bum bum...
Y el tum tum...Pero nada más.

Me dispuse a entrar...Y sentí que lo correcto era, que yo debía de apagar la luz también.

Buenas noches.
Donde sea que estén.

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